MI SULTÁN
Tengo varios títulos para mi nueva novela.
El primero es: "La novela que no quería escribir".
"La novela que prometí durante seis años no escribir".
"La novela de mis pesadillas".
"La novela imposible".
Dicho esto, sí, estoy en ello.
Porque en el fondo, y en la superficie, me gustan los retos.
Porque no hay nada más seductor que escribir una historia imposible y ver cómo, ante tus propios ojos, va tomando forma.
Porque es Adnan.
Adnan.
Las lectoras de "La hija del cónsul" se enamoraron de él.
Las lectoras de "El mapa de tus sueños", le odiaron.
Las que leyeron las dos novelas, espero, comienzan a comprenderlo.
Y entienden por qué, al final, no me queda más remedio que escribir su novela.
Porque es Adnan.
Y tú, ¿aún no le conoces?
"—Sí, sabemos cómo te has
enriquecido a expensas de nuestro pueblo –le dijo Adnan, la espalda erguida, y
una sonrisa peligrosa en sus bellos labios—. Te ofrecí el destierro, ahora ya
solo puedo ofrecerte una muerte misericordiosa.
—Suelta el arma –ordenó Alí.
—¡No tenéis derecho! –La
afiladísima hoja se abrió paso por el pecho de Adnan, y un reguero de sangre
empapó sus ropas. Sin inmutarse, el sultán le sujetó por la muñeca, con tanta
fuerza que el hombre lanzó un grito de dolor y dejó caer el puñal. Adnan
continuó ejerciendo presión hasta que el visir estuvo de rodillas a sus pies.
—La sangre que derramas, es sangre
de Murat, mi padre, sultán de Bankara. Ese es mi derecho. "
"La hija del cónsul" ©Teresa Cameselle
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Besotes guapaa!