Este jueves un relato: ¿En qué trabajas o te gustaría trabajar?
Este jueves en el blog de Gus nos proponen hablar sobre el trabajo, el que realizamos o el que nos gustaría realizar. Como nunca me ha interesado la autobiografía, aquí os dejo un relato sobre un hombre al que sí le gustaba, mucho, su oficio.
ASI EN LA TIERRA ...
©Teresa Cameselle
A Baldomero le encantaba su trabajo. El cielo sobre la cabeza y la tierra bajo sus pies. No podía haber otro mejor, decía. Hincar la pala en el manto húmedo una fresca mañana de primavera, arrancar las malas hierbas, descansar la vista en el colorido de las flores a su alrededor, todo esto hacía feliz de verdad a un hombre. El no había nacido para calentar una silla en una oficina, o para vender artículos al pormenor en alguna tienda de la calle mayor.
Nunca pensó que dejaría aquel pueblo en el que habían nacido él y sus hijos, su mayor deseo era descansar allí mismo donde tenía su vida y su querido trabajo, pero todo se torció cuando llegaron los cambios. El ladrillo y el cemento se apoderaban de todo, ya no quedaba casi tierra en la que trabajar, a labores de albañil prácticamente fue viendo reducido su trabajo; así que agradeció la llegaba de la jubilación y partió, con gran dolor de su corazón, en busca de algún lugar donde aún siguieran enterrando a los difuntos en la tierra y no emparedados en frías cajas de hormigón.
Por el camino aún iba recordando las palabras que el Párroco salmodiaba mientras él, en discreto segundo plano, aguardaba paciente con su pala para terminar el trabajo del día: “…encomendamos su cuerpo a la tierra, tierra a la tierra, ceniza a la ceniza, polvo al polvo…”.
Comentarios
Teresiña, bendito Baldomero, honesto trabajo, le felicito y te felicito por recordarle con un bello relato. Tampoco soy dada a la autobigrafía. Bico.
Un beso
Me gusto el relato.
Primavera
Un beso, amiga.
Que la divinidad tenga en la gloria comiendo tortitas de miel, al pobre Baldomero de corazón tierno!
Besito.
Me alegro de que os haya gustado, gracias.
Besos a repartir.
Al leerlo he pensado en mi padre al que le gusta mucho trabajar la tierra. Por supuesto me has engañado porque no es enterrador.
Un beso
Besos
Te dejo un abrazo.
Un abrazo
Me gustó tu texto con ese aire romántico.
Hoy me he detenido en tu perfil. Así que eres de Galia! Es muy bonito aquello.
Y también he visto que tienes publicado y leído las críticas. Felicidades.
Un abrazo.
Malos tiempos para la lírica, el foso y la tierra blanda.
Corto y sentido,
Besos
cariños
Me gustó mucho tu jueves
un abrazo
Precioso relato, menos mal que a Baldomero le llega la jubilación porque ya ni allí podrá trabajar en la tierra.
Consigues hacernos ver de otra forma una profesión que siempre nos da un poco de repelús.
Un beso de Mar
Muy bueno leerte. cariños
Un abrazo.
si este se hubiera dedicado a ser eenterrador nunca hubiera ido en busca de su esposa muerta¡¡¡
teresa, has construido un relato grande...
no puedo dejar de pensar en ver a baldomero cultivando la tierra con "las flores de nuestrs cuerpos marchitos".
medio besazo.
tésalo
tésalo
tésalo