El relato del viernes: Fantasía del sábado noche.



En cierta ocasión los compañeros del Desván organizaron un pequeño certamen privado en el que tuve el honor de compartir podio con Juan Manuel Rodríguez de Sousa, gracias a esta fantasía cotidiana:


FANTASÍA DEL SÁBADO NOCHE
Teresa Cameselle
Esther se para ante el espejo jugando a verse con ojos de desconocido. El delicado camisón negro suaviza sus curvas y se introduce provocador entre sus muslos. Respira hondo para comprobar, con satisfacción, cómo la curva de sus senos asoma generosa por entre el escote de encaje. Sólo falta un detalle, extiende la mano y atrapa la barra de labios que ha dejado sobre el tocador, con pulso firme delinea sus labios en rojo explosivo y sonríe seductora a su reflejo. Aprobado alto, decide, mientras se aleja caminando con paso firme sobre altos tacones. El timbre ya ha sonado dos veces. Que espere, piensa, un pequeño pago a cambio de una gran recompensa.
David apoya un hombro contra el marco de la puerta y decide ser paciente. Quizá se ha adelantado. Comprueba el reloj, no, es la hora acordada. Suspira y se afloja un poco el nudo de la corbata. Piensa en el partido que se está perdiendo, quizá hoy se decida el ganador de la liga. Ahora podía estar en el bar, con los colegas, engullendo cerveza y gritando goles hasta quedar afónico. Inquieto, da dos pasos adelante y atrás, y entonces la puerta se abre y un haz de luz araña sus ojos. Ella lo mira con una sonrisa conocedora y lo invita a entrar agitando su dedo índice. Se da la vuelta y se aleja por el pasillo permitiéndole, ofreciéndole en realidad, una fabulosa visión de sus largas piernas sobre sandalias negras, y de sus curvas tentadoras bajo muselina trasparente. David nota la garganta seca. Se ha olvidado del partido, de los amigotes y de la cerveza.
Esther entra en el dormitorio en semipenumbra, sólo iluminado por velas que al arder dejan un suave olor a flores silvestres. Desde un rincón le llega la voz seductora de Norah Jones y las cadenciosas notas de su piano. Se para ante la cama y espera. El llega sin hacer ruido y se detiene a su espalda, posa una mano sobre su cadera, la otra se introduce en su escote dejando un fajo de billetes crujientes que huelen a papel nuevo y tinta fresca. Besa su hombro desnudo y mueve las caderas contra su cuerpo, seductor, mientras comienza a quitarse la chaqueta.
Fundido en negro.
Con el cuerpo satisfecho y la mente en blanco, David se va abandonando poco a poco al sueño reparador que tanto necesita. En la habitación flota el humo dulzón de las velas recién apagadas y al fondo resuenan las últimas notas de un piano. Así soñaba el paraíso.
Esther tarda más en dormirse. Recuerda el fajo de billetes esparcidos por el suelo. Falta le van a hacer mañana, para compensar a los niños por haberlos obligado a dormir en la casa de los abuelos. Bueno, que David lleve al pequeño al cine, o a jugar al fútbol al parque o a esas cosas de padres y chicos; y ella se llevará a la niña de compras, que empieza a hacer buen tiempo y con lo que ha crecido no le va a servir nada de lo del año pasado y...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
es doloroso, a veces detrás de la luz está la sombra
Ángeles Ibirika ha dicho que…
Muy bonito y apasionado. Creo que todos deberíamos, de vez en cuando, jugar a ser otra... y otro.
Y, si hay niños por medio, siempre está el socorrido recurso de los abuelos.
Gracias, guapa.
Ardilla Roja ha dicho que…
jajajaja Lo difícil es sorprenderse, pero si no lo intentan el aburrimiento los puede matar.

Muy bueno, Teresa.
Susana ha dicho que…
Recuerdo este texto, Teresa. Por aquel entonces creo que yo no estaba aún en el Desván, pero ya me movía sigilosa por vuestros blogs. Jeje.

Me gustó mucho entonces y me gusta mucho ahora.

Un besote.
Unknown ha dicho que…
Hola guapa te he enlazado en mi blog, espero que no te importe.

sep4ever.blogspot.com.

Un beso,
Natàlia Tàrraco ha dicho que…
La realidad dura y pura al final, antes...la fantasia, hay que jugar hasta que se apaguen las velas.
Buuueno Teresiña, en tu línea, lo dominas, bsito cariñoso y también bico a David.
No lo leí antes, no estaba en este mundo, me alegra estar ahora para leerte.
María José Moreno ha dicho que…
Huir de la rutina, a veces deberíamos hacerlo con más frecuencia.
Enhorabuena por tu relato, Teresa
Fernando ha dicho que…
Comentario.- ¿David llevará al niño de Esther al cole? ¿Tanta confianza había? ¿No era el primer encuentro entre ambos? Yo habría obviado esa frase, la del cole, o habría puesto de niñero a otra persona, no sé…. Como no lo entiendo, no puedo hacer la crítica….jejejejeje. Bueno, si, diré algo: la autora se supera en la descripción de escenas, desde las más normales, a las más comprometidas. Hay realismo en el texto, y eso es muy de agradecer.

¿Te suena?
Teresa Cameselle ha dicho que…
Fernando, que no lo has pillado. Relee el último párrafo con calma, a ver si se te enciende la bombilla.
Sino, también puedes leer el comentario de Cati, que ella siempre me entiende de una forma que no deja de sorprenderme.
Besos a todos y gracias por vuestras palabras.
Marijo, yo también te he añadido.
Fernando ha dicho que…
Ahora en serio: Muy ingeniosa la puesta en escena del juego erótico; la pareja en busca de lo original. Como ya te dicen por ahí, en la línea Cameselle.
Fernando ha dicho que…
Teresa, que no me entiendes.....:-) Lee la segunda parte :-)
Teresa Cameselle ha dicho que…
Yo no entiendo o tú no me entiendes? Qué lío, jaja.
Fernando ha dicho que…
Te explico: Mi primer comentario era una copia de la primera vez que lo leí, hace ya algún tiempo (de abril). Entonces no lo entendí.
El segundo comentario es el que hago ahora, una vez la lección aprendida. ¿Lo entendés? :-)
Teresa Cameselle ha dicho que…
Osea, que ya lo tenía publicado en el blog? Pues yo pensaba que no, si es que ya me pierdo, jaja, son más de 30 los que tengo subidos¡¡
mar... ha dicho que…
Muy buen relato Teresa,
a veces se necesitan recursos para alejarse de la monotonía y desde luego ellos lo han conseguido
Un beso de Mar
Felisa Moreno ha dicho que…
Ya recuerdo este relato, sí, fue uno de los que me arrebató el premio más deseado del Desván.

Ya en serio, muy sensual y original.
Un beso
Teresa Cameselle ha dicho que…
Pues no, en el blog no estaba, menos mal, me temía estar repitiéndome.
Gracias, Mar.
Felisa, si te arrebaté el premio, seguro que fue por la mínima diferencia.
Besos.
Sinuhe ha dicho que…
Jo, menuda mezcolanza de erotismo y culpabilidades, aunque los motivos eliminan hasta más mínimo atisbo de culpa que pueda existir en este caso.

Un gran relato, mis aplausos¡¡
Teresa Cameselle ha dicho que…
Gracias, Sinuhe.
Estuve por tu otro blog, viendo los relatos de terror, me hubiera gustado participar porque es un tema que me encanta para escribir, pero no tuve tiempo. Para la próxima, espero hacerlo.
Anónimo ha dicho que…
¡Pero David, adonde te diriges!
Aquì tù te quedas con nosotros, viendo el fùtbol!
¡David!.. ¡este David!

Tèsalo
Teresa Cameselle ha dicho que…
Jaja, a David esta vez no le convences.
Nancy ha dicho que…
Qué bien. Siempre es bueno ponerle un poco de pimienta a la rutina.
Apapachos, Teresa
Anónimo ha dicho que…
Hola Teresa,
No había tenido la oportunidad de leer este relato, pero me parece excelente. Lo bordas todo tan bien, que me sentia Esther al leer el relato.
Un beso
Súper tu blog, desde ya te sigo con respeto amoroso

Saludos desde Tabasco, México

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