Literatura romántica y el test de Bechdel
¿Conoces
el test de Bechdel? Es muy sencillo, Internet está lleno de imágenes que lo
explican, y siento no poder decir de quién es la propiedad de este diseño, pero
gracias por la imagen.
Para mayor claridad, voy a citar a la
bendita Wikipedia:
Y ahora
que tenemos claro el concepto, vamos a la literatura romántica.
Tengo que
decir, aunque me duela el corazón, que en este caso la más culpable es la
romántica histórica. He leído novelas en las que la protagonista no tenía ni
una amiga. Ni una. Esa mujer había llegado a la edad adulta sin ninguna mujer a
su alrededor en la que confiar, con la que divertirse o apoyarse en los malos
momentos. Y eso no dice nada bueno del personaje.
En la
histórica las mujeres no suelen salirse de los roles establecidos: esposas,
madres, hijas, madrastras, amantes, etc. La "amiga" no existe como
tal, a veces ni siquiera las hermanas son de fiar, porque casi siempre todas
las mujeres en edad de merecer se van a enamorar del protagonista masculino y
convertirse en potenciales rivales.
Y en la
contemporánea, en donde las amistades abundan más, cuando la protagonista tiene
una conversación con sus más íntimas normalmente es solo para incumplir la
tercera norma. Es raro
que dos mujeres, o más, hablen entre ellas de cosas interesantes, importantes
para la historia, y que no tengan que ver con hombres.
Como
autora de romántica procuro tomar nota de estas cosas, aprender, mejorar día a día, novela a novela, y tener en
cuenta todos los malos estereotipos pasados para ir eliminándolos de mis
historias.
No quiero
una heroína sin amigas, porque no confiaría en una persona sin amigas.
No quiero
una heroína cuya vida gire única y exclusivamente alrededor del ser amado, porque una persona debe tener vida propia y no ser tan dependiente.
No quiero
secundarias sin nombre, que pasen como sombras por la novela.
No quiero
protagonistas ni secundarias que solo sepan hablar de hombres, no son interesantes para mí ni creo que para nadie.
Este es
uno de mis propósitos para futuras novelas.
¿Y tú qué
opinas?
Comentarios
Gracias por la visita, Mencía.