Me comenta un amiga que estoy muy callada
sobre el 3º Congreso de Escritores al que he asistido en Gijón durante este puente
de Todos los Santos. Que por qué no le cuento cómo ha ido, me dice, y le confieso
que aún lo estoy procesando interiormente. Hay mucho en lo que pensar, mucho en
lo que reflexionar, y sobre todo, muchas emociones que gestionar. Y a esta escritora,
cuando se trata de emociones tan intensas y personales, le fallan las palabras.
He pasado tres de los mejores días que una
escritora que ama su oficio y todo lo relacionado con el mundo literario, puede
imaginar. Todas las mesas trataban temas interesantes y todos los ponentes
aportaban nuevos datos e informaciones, además de su experiencia y un amplio
despliegue de conocimientos, empezando por el Presidente de Honor del Congreso,
miembro de la Real Academia de la Lengua, Premio Princesa de Asturias de
Comunicación y Humanidades, don Emilio Lledó, que nos encandiló a todos los
presentes con sus palabras y su bonhomía; pasando por la organización, con la
Presidenta de la AEN, Covi Sánchez, a la cabeza; y terminando por todos y cada
uno de esos escritores, más o menos noveles, que forman parte de la Asociación,
y que asistían con el mismo entusiasmo que yo a cada mesa, tomando notas en sus
libretas, haciendo preguntas, aplaudiendo la intervención de cada ponente.
No quiero dar más nombres porque la lista
sería interminable, y porque no quiero hacer de más ni de menos a nadie. En
estos eventos, el único punto negativo es que nunca llega el tiempo para hablar
con todos los asistentes y con todo el tiempo que quisieras dedicarles a cada
uno por separado, por eso desde aquí quiero enviar un abrazo a todos los que no
se lo haya dado en persona, y esperar que en la próxima ocasión podamos estirar
aún más el tiempo, para conocernos mejor.
No se puede decir más que cosas buenas del
transcurrir de las tres jornadas principales del Congreso, a las que añadir las
presentaciones del día previo. Todo funcionaba como un reloj, los salones del
hotel eran perfectos para el evento, la excursión por Gijón solo ligeramente
empañada por la niebla, pero compensaba por el sol que lucía cuando subimos a
Casa Trabanco a disfrutar de la sidra y una buena comida; y la cena de cierre,
llena de momentos emocionantes, fue el broche de oro para un Congreso perfecto.
Por mi parte solo veo una pega, el listón
ha quedado muy alto, y ya estamos descontando días para el próximo, que
esperamos no se haga de rogar otros tres años. El reto es grande, repetirlo y
hacerlo igual de bien, porque mejorarlo, casi parece imposible.
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Enhorabuena AEN.
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La prensa se hizo eco de cada paso del Congreso. |
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Parte de los autores que publican en los sendos libros
de relatos y poesía publicados por AEN |
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Libro de relatos de los socios de AEN |
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En la mesa sobre certámenes literarios. |
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Siempre hay un momento para la polémica, y esta
es de las importantes. |
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Visita a la antigua Laboral de Gijón |
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Con Begoña, gijonesa y escritora. |
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Presentación de Mylibreto |
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En la prensa asturiana. |
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Con Susana Visalli, en la cena de despedida. |
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Escritoras participantes, en la cena de despedida. |
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Víctor del Árbol, presentado por Ramón Alcaraz, en el cierre del Congreso. |
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Con Ramón Alcaraz, mi profesor de taller, y de muchos
de los autores asistentes. |
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La cena de despedida en la prensa. |
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