R3SACON. SÓLO PARA FANS.
Me han dicho en más de una ocasión que "Resacón" no me pega. Y no, en principio sería el tipo de película que nunca iría a ver. Ni siquiera recuerdo por qué fui a ver la primera entrega. Y sin embargo, me hice rendida fan desde ese momento.
Me he reído, me he horrorizado, he jaleado, aplaudido y llorado. Y si todo eso lo consiguen con una historia que no tiene más aspiración que entretener al público, mi enhorabuena sin condiciones para guionistas, productores, actores y director.
¿Que la tercera es la más floja de las tres? Seguramente. Hace poco más de media hora que salí del cine, y aún me dura la sonrisa y la sensación vertiginosa que me provocan estos genios de la comedia. Eso por no hablar de los ojos azules de Bradley Cooper, o de su camiseta que-no-sé-si-es-Diesel, pero que le queda como un guante, y esos pantalones cargo... Ejem. Volvamos al tema.
Que están todos y alguno más. Que los guionistas se han querido asegurar de que la saga se termina, creando una historia circular que nos lleva de vuelta a los orígenes, con momentos moñas como la escena de Galifianakis y el bebé, y otros brutales como el de la jirafa del principio.
Y por eso, y por mucho más que no quiero destripar, esta es una película solo para fans. Para recordar lo bien que lo has pasado con las otras dos, pero sin derrochar el ingenio de la primera ni la brutalidad de la segunda.
Quizá la fórmula está agotada, quizá debían ser más ambiciosos y sumar nuevos personajes y tramas, pero igualmente se agradece el esfuerzo, se disfruta, y se aplaude esa última escena (sí, espectadores apurados, no os levantéis de la butaca en cuanto aparecen las letras, u os perderéis casi la mejor escena de la película).
Y gracias, señores de Hollywood, por Bradley Cooper, sus Ray-Ban, y su sonrisa (¿ya he dicho lo de sus ojos azules?).
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