Jueves Literario: La intimidad.
Como todos los jueves, Gustavo nos propone un tema literario, esta vez es "La intimidad" y a mí se me ha ocurrido que nada más íntimo que nuestros pensamientos.
INTERIOR MENTE
©Teresa Cameselle
A ver, ¿qué hora es? Bien, estupendo, me sobra más de media hora. Me tomaré un cafecito antes de llegar al trabajo. Uy, cuidado, acera minada, y menudo pastel, ¿será de un perro o un caballo? Menos mal que me he librado, que maldita la gracia que me hacía llevar eso pegado al zapato, por mucho que digan que da buena suerte, que eso lo dicen para consolar pero… Anda, mira, el vecino y su inseparable riñonera, igualito que aquel de aquella serie con Paz Padilla, que tenían la hija que era cantante, y la Paz detrás del marido “Marianoooo”… Ofertas en el congelado, a ver, filetes de panga, a mí que siempre me ha sonado a tomadura de pelo eso de panga, qué demonios de pescado puede ser uno que se llama panga y sólo viene en filetes, porque cuando yo era pequeña y venía con mi madre a la plaza, los pescados estaban todos vivitos y coleando, con su cabeza, con sus escamas… Ahí sigue ese vestido azul. Me gusta, sí, no sé. Igual es un poco de señora mayor. Quizá para salir, pero no me acaba de convencer el estampado… Qué raro, juraría que alguien me estaba mirando desde aquel portal oscuro, como si me espiaran, llevo un rato notando un cosquilleo en el cogote… La Caja de Ahorros, y los jubilados haciendo cola, si es que es finales de mes, y vienen todos corriendo, no vaya a ser que se acabe el dinero, jaja, qué maniáticos, igual yo me vuelvo así con la edad… ¿Y dónde voy a tomar el café? Porque el Avenida siempre está muy cargado de humo, pero en el Capitol no tiene periódicos, mejor me lo compro yo antes y… Otra vez esa sensación. ¡Oye, tú! ¡Qué te crees que estás haciendo! No se puede fisgar así como así en la mente de la gente¡ Fuera de mi cabeza, fuera te digo. Deja de leerme los pensamientos. ¡FUERA!
Comentarios
Así nos sucede andando, a lo nuestro, curioseando, y en la intimidad aperece un aliciente, una sospecha para darle intrículis. ¿Qué sería de lo cotidíano sin esa chispa, sin esa imaginación volando?
No te compres el vestido azul, cómprate un sueño de amante secreto. Mira que llego a ser mala.
Besito, bico, petons.
¡Algo o alguien, me haya librado de lo que ha sido claramnete ya un exceso!
Tésalo
Creo que la sensación sería como la estar continuamente violado contra nuestra voluntad.
Precioso relato.
Un abrazo.
Magnífico.
Besos
cariñitos
Seguro que de esa media hora, aún le sobraron 25 minutos para el café.
En la intimidad, parece que no pasa el tiempo, es más, se para ante las imágenes del vecino, de los filetes, del vestido azul y de los jubilados.
Lo único que te despierta es el vértigo de la transgresión.
Besos
Un beso