HISTORIAS QUE ME HACEN FELIZ
Sí, lo sé, llevo toda una semana desaparecida y eso no se hace. Una no puede abandonar su blog así como así, dejando que lo invadan las telarañas y se oxide bajo la lluvia. Pero es que hay algo que me ha robado casi cada minuto, escaso, de tiempo libre durante esta semana, y es un relato romántico que estoy escribiendo, relato largo, voy por 22 páginas y me hacen falta 3 o 4 más para completarlo. Empecé a escribirlo precisamente el viernes pasado, al salir de la oficina, me fui a la biblioteca y me pasé hora y media escribiendo sin parar, creo que todas las musas bajaron a soplarme esta historia al oído, me encontraba tan a gusto y lo veía todo tan claro que hubiera escrito ya en aquel momento el relato completo. Pero al fin había que volver a casa, veinte minutos caminando, con el portátil y el bolso, pero con ganas de ir dando saltitos.
Y a eso es a lo que voy con el título de esta entrada: que escribir este tipo de historias me hace feliz, lo mismo que me hace leerlas o verlas en cine (ya dediqué una entrada a cine romántico en cierta ocasión).
El lunes de Pascua, comiendo con Natàlia Senmartí y nuestros respectivos, ella me preguntó varias veces por qué le ponemos género a nuestras novelas, por qué le llamamos romántica si unas son históricas, otras fantásticas, otras contemporáneas... Después de las respuestas obvias: que si cuentan una historia de amor (en todas las novelas hay una historia de amor, me decía Natàlia), que si tienen ciertos tópicos (todas las novelas tienen los suyos), al final di con la respuesta: porque siempre acaban bien. Ahí Natàlia me dijo que para ella eso es un inconveniente, y lo entiendo perfectamente, dice que espera que las novelas le sorprendan, y saber de antemano cómo va a acabar no es un aliciente para ella.
Sin embargo yo he leído en muchas ocasiones en foros de romántica, opiniones completamente diferentes. Hay muchas lectoras, sí, lectoras, en este país las mujeres leemos un montón, que leen todo tipo de géneros pero reconocen que vuelven a la romántica precisamente porque saben lo que se van a encontrar, y porque en un momento determinado les apetece una historia bonita y con un final feliz. ¿Y a quién no?
Los dos últimos relatos que he publicado en este blog acaban con una muerte violenta. Yo no los escojo, las historias me vienen a la cabeza y salen así, y estoy bastante satisfecha de su resultado. Pero... no me hacen feliz como este otro relato que estoy escribiendo ahora.
Y es que idear y redactar una bonita historia de amor es casi, casi, lo mismo que volver a enamorarse. Y por eso, si me encontráis por la calle y voy sonriendo, o hablando para mí misma, o dando saltitos, que no os asombre.
Comentarios
Un abrazo
Lola
¿Cuándo podemos leerlo?
Un besote
Los relatos romántico , con final feliz es como una revancha a la vida , que no es siempre tan agradable .
Besos desde Málaga.
Buen fin de semana y un beso.
¿o no? jejeje, estamos en la misma fructífira, excitante, maravillosa discusión entre manjares y ante una vista atlántica que te dejaba soñando...Ayyy, Teresiña de mi alma, ya ves que en el Quinto le meto romántica, y más que no has visto, aunque sea histórica histérica.
ME CONGRATULA MUUUUCHO VERTE ESCRIBIENDO Y LANZADA, TE FELICITO ESCRITORA, ESO SI QUE ES PLACER DE DIOSES.
!Ah! muy sutíl esa Natacha que se ve escrita al final en la libreria. Bsitooos, bicooos, natacha, ayyy, digo, natalí.
Un besazo